Pastor y su mujer reciben cadena perpetúa por asesinar y quemar viva a su hija de 4 años

0
f848x477-1129212_1187015_5050

🔸 La pareja habría quemado el cuerpo de la niña para borrar las huellas de maltrato, pero ella aún estaba viva cuando le arrojaron gasolina

#ARGENTINA | Las autoridades argentinas condenaron a cadena perpetúa a un pastor evangélico y su pareja, identificados como Andrés Bustamante y Gimena Julieta Córdoba, quienes fueron acusados por el homicidio de su pequeña hija en el año 2021. En el juicio, que duró más de un año, las autoridades pudieron demostrar que la pareja golpeó a la niña, identificada como Zoe, y posteriormente le prendieron fuego, pese a que la menor seguía con vida. Además, se probó que ambos violentaban a la pequeña de forma habitual durante el año que estuvieron juntos como pareja.

El asesinato de la niña ocurrió el pasado 13 de noviembre de 2021, cuando Gimena Julieta atacó a su hija en su casa del barrio Loteo San Andrés, en Argentina. Según confirmaron los forenses, la niña sufrió fracturas en el cráneo, mandíbula, costillas y un brazo. Para ocultar las evidencias del maltrato, su madre, con la colaboración de Bustamante, quemó el cuerpo de Zoe en el patio de la vivienda. Sin embargo, se demostró, de acuerdo con los peritos, la pequeña aún estaba con vida cuando fue incinerada, muriendo por asfixia e inhalación de humo.

El caso de Zoe no solo causó indignación entre la población por la magnitud del crimen, sino también por el historial de alertas ignoradas por las autoridades. La niña había vivido con su familia paterna durante sus primeros años debido a que su madre la había abandonado siendo un bebé, pero años después reclamó su custodia. A pesar de las siete denuncias presentadas por los abuelos y el padre, advirtiendo sobre los riesgos de devolverla a un entorno de violencia y negligencia, las autoridades no intervinieron adecuadamente y le entregaron la custodia a la mujer.

Gimena Julieta vivía en condiciones de extrema pobreza, era adicta a las drogas y ejercía la prostitución. Además, en aquel entonces vivía con Andrés Bustamante, un falso pastor evangélico de 74 años, quien le brindaba apoyo económico a Córdoba y le alquilaba la casa donde ocurrió el crimen. Durante el juicio, se expuso que mantenían una relación utilitaria basada en el dinero y compartían la vivienda juntos.

Tras su arresto, ambos fueron analizados por psicólogos y psiquiatras, quienes determinaron que Córdoba fue diagnosticada con una personalidad psicopática, incapaz de generar vínculos afectivos, incluso con su propia hija. Bustamante, por su parte, fue descrito como un manipulador con rasgos psicopáticos, que utilizaba su supuesta fe religiosa para justificar sus acciones; aunado a ello, el hombre fue hallado coautor del crimen por aportar el combustible, el encendedor y participar en la incineración del cuerpo de la pequeña niña.

Ahora, a 4 años del crimen, los jueces Karina Cabral, Edith Agüero y Gustavo Farías determinaron que ambos fueron encontrados culpables de homicidio. Las autoridades fijaron cadena perpetúa para ambos, además, ordenaron tratamientos psiquiátricos permanentes para los condenados, quienes escucharon el veredicto sin mostrar emociones. “No hubo ni una lágrima, ni un gesto de culpa. Una frialdad total”, expresó Javier Ferreira, abogado de la familia y miembro de la ONG Avivi (Ayuda a Víctimas de Violación).

Con el fallo de los jueces también se reabrió el debate sobre la responsabilidad del Estado en la protección infantil. La jueza Cabral cuestionó públicamente el accionar de la Secretaría de la Mujer, Familia y Género de Chilecito, esto al no activar los protocolos de protección a pesar de las denuncias previas que presentaron el padre y la familia paterna de la menor de edad.

A través de redes sociales, Kevin, el padre de Zoe, quien solo pudo reconocer legalmente a su hija después de su muerte, puesto estaba en proceso de reconocerla como su hija cuando ocurrió el asesinato, se pronunció y compartió una conmovedora despedida para la menor: “hoy mi corazón siente un poco de paz. Se hizo justicia por vos, mi bebé. Te amo y te extraño todos los días. Aunque nada te va a devolver, ahora vas a poder descansar en paz”.

Deja un comentario